Muy oportuna ha sido la advertencia del jefe de la Policía Nacional, el mayor general Bernardo Santana Páez, a los oficiales y agentes bajo su mando de que es su responsabilidad cuidar bien los vehículos entregados por el Gobierno a la institución para reforzar la lucha contra la delincuencia, y sobre todo la de no utilizarlos en tareas ajenas a las labores policiales o en diligencias particulares. Santana Páez recordó a esos oficiales y agentes que esos vehículos han costado muchos sacrificios al país, por lo que habrá un monitoreo permanente del uso que se les da y si reciben el mantenimiento adecuado. Ha sido una nefasta tradición, no solo en la Policía sino también en otras instituciones del Estado, tratar con muy poco respeto y consideración los bienes públicos, sin dolientes ni siquiera entre aquellos que están llamados a ser sus principales beneficiarios. Si el general Santana Páez consigue que sus subalternos cuiden esos vehículos, pagados con recursos de los contribuyentes, habrá empezado a cambiar una costumbre infame y más que nada onerosa para un país pobre y plagado de necesidades como República Dominicana.
Trascripción del artículo publicado en el periódico Hoy, “QUÉ SE DICE”, martes 19 de septiembre de 2005.