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Adonis Santiago Díaz
SD. La Policía tiene un vasto plan de asistencia especial para todos los deportados que llegan al país, con el fin de que estos se reintegren a la sociedad.
Según la coronela Sandra Mateo Jáquez, un equipo de psicólogos y profesionales de la conducta hacen esfuerzos para que los deportados puedan ser aceptados por sus familiares que regularmente los rechazan.
“Tenemos que persuadir a los familiares de muchos de ellos para que los reciban; es mucho el trabajo que tenemos, pero aquí en la Policía nos dan apoyo”, dijo.
Según Mateo, el jefe de la Policía, Bernardo Santana, se mantiene al tanto de todo lo que allí se hace y no vacila en dar apoyo.
Narró que recientemente “tuve una lucha con una familia en Lucerna, que no quería recibir a una persona que llegó deportado, pero gracias a Dios pude convencerla y lo aceptaron”, dijo.
La oficial dice que hace su trabajo con amor y piensa que todos los que vienen con problemas tienen derecho a otra oportunidad. Hasta ahora, el Departamento de Registro, Seguimiento y Control para Deportados tiene registradas a 15 mil personas, la mayoría devueltas por condenas de drogas, robos y asesinatos.
Trascripción del artículo publicado en el periódico Diario Libre, jueves 12 de julio de 2007. Página 16.