En el papel y en la teoría se considera posible establecer vínculos fructivos entre los ciudadanos y los guardianes del orden público. De ahí que exista la denominada Policía Comunitaria, un proyecto que se inició años atrás pero que ninguna jefatura policial se empeñó en consolidar en jurisdicciones importantes. Se ha quedado a nivel de experimento. Las autoridades han dicho que creen en la posibilidad de que los moradores de diversos barrios desarrollen vínculos permanentes con los cuerpos policiales para hacer más efectivas las labores de vigilancia y persecución del crimen. La idea es que entre policías y ciudadanos imperen relaciones transparentes y de confianza recíproca. Que cada comunidad esté en la posibilidad de cuestionar cualquier comportamiento policial contrario a sus intereses y que los superiores actúen en consecuencia. Y que incluso en los destacamentos haya la mayor receptividad para que los destacamentos policiales se acojan a las urgencias y necesidades de las familias. Con la llegada del general Bernardo Santana Páez a la jefatura de la Policía Nacional cobra actualidad el proyecto de la Policía Comunitaria, a cuya génesis él estuvo ligado.
Trascripción del artículo publicado en el periódico Hoy, Viernes 19 de agosto de 2005.