- La nación duerme hoy más tranquila, al saber que el perseguido e invisible Vladimir Pujols, acusado de numerosos hechos delictuosos como cabecilla de una banda en Azua, está tras las rejas.
- Llama la atención la difícil operación que tuvo que realizar la Policía para capturar a un prófugo que se sabía protegido por algunos estamentos oficiales, al punto que es vox populi que se le avisaba cuando se iba a iniciar una persecución contra él y se le escondía.
- La captura del Vlad demuestra que la Policía puede ser eficiente cuando quiere y que todavía quedan naranjas podridas que botar de la canasta uniformada.
- Pero el momento es de satisfacción para el Jefe de la PN y sus tropas por haber cumplido con su deber, y para la sociedad dominicana, que saca de circulación a un peligroso enemigo de la paz y el orden.
Trascripción del artículo publicado en el periódico Diario Libre, viernes 31 de marzo del 2006, Página 4.