El jefe de la Policía, mayor general Bernardo Santana Páez, exhibe con legítimo orgullo el impacto que ha tenido el Programa de Seguridad Ciudadana en la disminución de la delincuencia y criminalidad, aunque es pertinente advertir que las autoridades no deberían dormirse en sus laureles.
Las medidas aplicadas por Gobierno y Policía han surtido el efecto deseado con la drástica disminución de homicidios, atracos, robos, violaciones y otros crímenes violentos, pero se requiere mantener los ojos bien abiertos para evitar un rebrote de delincuencia.
La población ha contribuido en la tarea de prevenir y enfrentar la delincuencia al cumplir con las medidas que prohíben la venta de bebidas alcohólicas después de la medianoche y brindar cooperación a las patrullas presentes en sus vecindarios.
Se insiste, sin embargo, en la necesidad de evaluar todas y cada una de las medidas contenidas en el Programa de Seguridad Ciudadana, a los fines de flexibilizar aquellas que hayan cumplido con su objetivo y aplicar otras que fueren necesarias.
En sentido general, la delincuencia ha sido controlada por vía de un esfuerzo conjunto de Policía, Ministerio Público y Justicia, aunque se requiere consolidar un plan a largo plazo que no dé tregua ni por un segundo a la criminalidad.
Trascripción del reportaje publicado en el periódico El Nacional, viernes 18 de agosto del 2006. Página2.