La policía se ha anotado otros dos tantos al rescatar en menos de 24 horas a la hija de un diputado que había sido secuestrada y con el apresamiento de cuatro bárbaros acusados de descuartizar y cortarle la lengua a un muchacho de 12 años.
Todos saben las limitaciones logísticas y las presiones que tiene la Policía, pero está más que demostrado que, si la dejan, puede realizar todavía mejor servicio que el que ofrece a la ciudadanía.
La hijo del diputado Luis Martínez Peña con su esposa María Santana fue rescatada en medio de un tiroteo en una cabaña próximo a Hato Mayor en que dos de los secuestradores fueron apresados. Sin duda que la prontitud con que actuó la Policía proporciona alivio y seguridad a la ciudadanía. Lo mismo que la detención de los hermanos acusados de descuartizar al niño de 12 años en Jimaní.
Aunque la detención no sea como para aplacar el dolor de la tragedia, por lo menos padres, relacionados y la ciudadanía están más tranquilos al saber que los presuntos victimarios del niño están más tranquilos al saber que los presuntos victimarios del niño están bajo rejas.
Un reconocimiento para la Policía.
Trascripción del artículo publicado en el periódico El Nacional, “Cójanlo”, sábado 08 de julio del 2006, Página 2.