Con el rescate de la niña de nueve años que había sido secuestrada el martes en Salcedo, la Policía despeja dudas y cuestionamientos como garante de la seguridad y el orden públicos. Al recuperar sana y salva a Luz del Alba Martínez Jiménez, la Policía devuelve tranquilidad y alegría no sólo a los familiares de la niña, sino a una sociedad perturbada por la criminalidad, la delincuencia y una amplia gama de conflictos sociales. Por la liberación de la niña, hija de David Martínez, residente en Estados Unidos, y de Orquidea Jiménez, los secuestradores pedían 225 mil dólares o 7.5 millones de pesos. Una labor de inteligencia de una Policía que cuenta con más espíritu de servicio que recursos logísticos, posibilitó la ubicación y rescate de la niña en el apartamento 1-A, del residencial Alicia I, del ensanche Carolín, en Moca. La operación confiere otro voto de confianza a la Policía, un cuerpo que, si bien dista mucho de un modelo, más que insensatos cuestionamientos lo que merece es respaldo de la ciudadanía. Felicitamos al jefe, mayor general Bernardo Santana Páez.
Trascripción del artículo publicado en el periódico El Nacional, lunes 29 de mayo del 2006.