Ya los feligreses podemos ir a misa sin sobresaltos y sin el bullicio de colmadones y bodegones.
Ya los villaltagracianos podemos transitar más seguros gracias al patrullaje de la policía por calles, callejones, barrios comunidades aledañas y avenidas.
Ya nuestros hijos e hijas pueden asistir a las universidades y escuelas sin el miedo a los violadores y atracadores que hasta hace poco tenían en vilo a madres y padres preocupados por su seguridad.
Ya el otrora caótico transito interno de motociclistas y choferes desaprensivos toma su mejor forma por la vigilancia y el control de los miembros de la policía comunitaria enviados a nuestro municipio por el jefe de la institución, mayor general Bernardo Santana Páez, como cumplimiento cabal al programa de seguridad democrática diseñado por el presidente Leonel Fernández para poner freno a la ola de violencia y de delincuencia que afecta el sano desarrollo de una sociedad que inexorablemente avanza a pasos firmes hacia un mejor porvenir.
Gracias, en nombre de toda una población que ha vuelto a tener fe y confianza en la Policía Nacional y en nuestras instituciones.
Gracias, mayor general Santana Páez y quiera Dios que el empeño puesto en práctica para la Paz de Villa Altagracia sea permanente y no pasajero.
Gracias, por las dos camionetas suministradas a la dotación policial de la zona para el patrullaje. Gracias, por la labor intensa de los equipos Linces que cada noche patrullan nuestros barrios más conflictivos.
Gracias, por el reforzamiento de nuestros policías que cada día se ganan nuestro corazón y nuestra confianza porque trabajan por la paz, la tranquilidad y el derecho a la libertad de todo un pueblo trabajador que no merece ser amedrentado por la delincuencia ni por el desorden.
En nombre de nuestro pueblo, muchas gracias mayor general Bernardo Santana Páez y a cada uno de los miembros de su equipo de gestión, que con el ejemplo están demostrando que la unidad de toda la sociedad y de la policía nacional podremos vencer la delincuencia maldita que solo crea luto, dolor y sufrimiento.
Atentamente:
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Transcripción del artículo publicado por el periódico El Nacional, jueves 9 de marzo del 2006.